LA HABANA, 9 nov 2017 (IPS) - La vivienda es el sector con mayor número de
medidas legales en Cuba en las últimas décadas, pero también encabeza la
lista de insatisfacciones entre la población, con un déficit oficial de
883.050 unidades, que podría subir a 900.000 al concluir el año, por las
secuelas del huracán Irma.
“Este problema, cada vez más acuciante en muchos territorios del país, es
muy complejo y debe ser analizado en su totalidad y con objetividad”,
comentó a IPS el profesor Fernando Martirena, experto en temas de vivienda
de la Universidad Central “Marta Abreu”, de la central provincia de Santa
Clara.
Desde los años 60 este sector ha sido objeto de varias leyes y decretos y
casi dos centenares de regulaciones adicionales. El Decreto 288 aprobado en
noviembre de 2011 figura entre las reformas mejor recibidas por la
población bajo la presidencia de Raúl Castro, iniciada en 2008, al eliminar
la prohibición de comprar y vender inmuebles.
Esta norma, que modificó la Ley General de Vivienda de 1988, abrió las
puertas a la libre compra y venta de inmuebles entre ciudadanos cubanos e,
incluso, residentes extranjeros. Además, eliminó trámites y regulaciones
oficiales en los intercambios de vivienda, la llamada permuta, y legalizó
la cesión de propiedades.
Pero antes de esa restitución del derecho de propiedad de las unidades
residenciales, en 2010 se aprobó conceder licencias para edificar por
“esfuerzo propio”, vale decir, en forma privada, a titulares de terrenos,
azoteas u otras áreas, tanto para la reparación de viviendas en mal estado
como para su ampliación.
Dentro de la reforma económica emprendida por el actual gobierno, ese mismo
año, también para estimular la edificación habitacional en el sector
privado, se autorizó la venta liberada de materiales como cemento, áridos y
bloques, que hasta entonces eran exclusivamente de asignación central o de
comercializados en pesos convertibles (CUC, equivalente al dólar).
A juicio de Martirena, ese cambio del modelo de gestión de la vivienda, ha
tenido resultados muy positivos, especialmente por el aumento de las ventas
directas de materiales a la población y por el hecho de que una parte
importante de esos recursos son producidos por la economía local en los
territorios.
“El mercado del Mincin (Ministerio del Comercio Interior) tiene precios
‘liberados’ y elimina la política anterior de subsidiar los materiales para
asistir ahora a la población necesitada”, explicó.
[image: Un trabajador coloca bloques de construcción elaborados
artesanalmente en la construcción de parte de una vivienda vecina a una
zona afectada por los efectos del huracán Irma, en el barrio del Vedado, en
la capital de Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS]
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Un trabajador coloca bloques de construcción elaborados artesanalmente en
la construcción de parte de una vivienda vecina a una zona afectada por los
efectos del huracán Irma, en el barrio del Vedado, en la capital de Cuba.
Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
El experto consideró que esa modalidad de subsidio para sectores más
vulnerables ha ido avanzando en organización, y el pasado año favoreció a
más de 30.000 familias.
Reconoció también que el abastecimiento de las tiendas estatales que
comercializan los recursos necesarios para la construcción y mantenimiento
de los inmuebles del sector privado suele ser “pobre e ineficiente”.
Pero aun así, destacó la aprobación de un Programa Nacional de Producción
Local y Venta de Materiales, que crece un 15 por ciento anual.
Esa es justamente una queja recurrente entre personas que desean construir
por su cuenta o mantener y mejorar sus viviendas.
“El albañil me cobra lo justo. Pero casi siempre tengo que comprar los
materiales en dólares o por la ‘izquierda’ (mercado negro)”, señaló
Ismael, un profesor de enseñanza primaria que pidió no dar su apellido y
que recibe ayuda económica para remodelar su vivienda de un hermano que
vive en el extranjero.
Otra protesta muy repetida en las redes sociales es que obtener un subsidio
para construir conlleva muchos trámites y en diferentes oficinas, lo cual
resulta “engorroso” y muy lento.
Esa asistencia beneficia a familias con necesidades y recursos
insuficientes que no pueden trabajar por enfermedad, discapacidad o elevada
edad y estar al cuidado de un enfermo. Puede recibirlo toda familia cuyos
ingresos por persona, después de analizar gastos obligatorios, sea inferior
o igual al equivalente a 15 dólares mensuales.
Entre las causas internas que obstaculizan frenar la escasez de viviendas,
Martirena mencionó que “el sistema de subsidios de la población, principal
vía de acceso a recursos financieros, todavía adolece de problemas en su
implementación, que generan falta de ejecución e inmovilización de
recursos y lentitud en las gestiones”.
En este caso una vía de solución podría ser “la modernización y
automatización del sistema bancario (para la concesión de créditos) y las
tiendas especializadas de ventas de materiales. Esto lleva inversión, pero
se paga en corto plazo, agregó el experto, quien admite que “el déficit
actual de viviendas continúa siendo muy alto”.
Martirena coincide en que la oferta de servicios constructivos a la
población es insuficiente y complicada. A su juicio, habría que “propiciar
la creación de entidades del sector estatal o no estatal, que en
condiciones de competencia puedan brindar sus servicios a la población
general, con énfasis en la beneficiada por subsidios”.
[image: Dos jóvenes transportan bloques de construcción artesanal
destinados a la ampliación de una vivienda en La Habana Vieja, en Cuba.
Crédito: Jorge Luis Baños/IPS]
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Dos jóvenes transportan bloques de construcción artesanal destinados a la
ampliación de una vivienda en La Habana Vieja, en Cuba. Crédito: Jorge Luis
Baños/IPS
Entre los factores externos que inciden en el bajo crecimiento de la
construcción de viviendas, el especialista incluye el embargo
estadounidense que “limita las posibilidades de las principales compañías
productoras de materiales de acceso a créditos y tecnología”, lo cual hace
que “se incumplan de forma casi crónica los planes de producción
realizados”.
“En esto, la producción de cemento es un tema clave, pero además la
producción de áridos; ambas ramas dependen muy fuertemente de inyección de
recursos externos”, como piezas de repuesto y energía, entre otros
insumos, indicó.
Martiera afirmó además que el impacto del cambio climático, causante de
“huracanes cada vez más fuertes y frecuentes”, está cambiando el panorama.
Por ejemplo citó que “los techos ligeros ya no parece funcionar para la
intensidad de los huracanes actuales, y hay que ir a la construcción de
techos pesados, acción que lleva tiempo y cuantiosas inversiones”.
“Esto a su vez aumenta el número de viviendas que se afectan durante un
evento de este tipo, y al final contribuye a aumentar el déficit”,
consideró el académico. Informes oficiales del 29 de septiembre reportaron
158. 554 casas dañadas por el paso entre el 7 y el 10 de ese mes del
huracán Irma.
De ellas, 14. 657 sufrieron derrumbes totales y 16.646 parciales. Otras
23. 560 perdieron sus techos y 103. 691 resultaron con daños parciales en
sus cubiertas.
Datos oficiales de mediados de este año indican que desde 1990 hasta 2014
el Estado ha construido 316.595 viviendas, con las cuales se han
beneficiado 908.627 personas, en un esfuerzo importante pero insuficiente.
La Habana, con poco más de 2,1 millones de habitantes, tiene un déficit de
206.000 viviendas, seguido de la oriental Santiago de Cuba con 103.000, en
un país con una población total de 11, 2 millones de personas
medidas legales en Cuba en las últimas décadas, pero también encabeza la
lista de insatisfacciones entre la población, con un déficit oficial de
883.050 unidades, que podría subir a 900.000 al concluir el año, por las
secuelas del huracán Irma.
“Este problema, cada vez más acuciante en muchos territorios del país, es
muy complejo y debe ser analizado en su totalidad y con objetividad”,
comentó a IPS el profesor Fernando Martirena, experto en temas de vivienda
de la Universidad Central “Marta Abreu”, de la central provincia de Santa
Clara.
Desde los años 60 este sector ha sido objeto de varias leyes y decretos y
casi dos centenares de regulaciones adicionales. El Decreto 288 aprobado en
noviembre de 2011 figura entre las reformas mejor recibidas por la
población bajo la presidencia de Raúl Castro, iniciada en 2008, al eliminar
la prohibición de comprar y vender inmuebles.
Esta norma, que modificó la Ley General de Vivienda de 1988, abrió las
puertas a la libre compra y venta de inmuebles entre ciudadanos cubanos e,
incluso, residentes extranjeros. Además, eliminó trámites y regulaciones
oficiales en los intercambios de vivienda, la llamada permuta, y legalizó
la cesión de propiedades.
Pero antes de esa restitución del derecho de propiedad de las unidades
residenciales, en 2010 se aprobó conceder licencias para edificar por
“esfuerzo propio”, vale decir, en forma privada, a titulares de terrenos,
azoteas u otras áreas, tanto para la reparación de viviendas en mal estado
como para su ampliación.
Dentro de la reforma económica emprendida por el actual gobierno, ese mismo
año, también para estimular la edificación habitacional en el sector
privado, se autorizó la venta liberada de materiales como cemento, áridos y
bloques, que hasta entonces eran exclusivamente de asignación central o de
comercializados en pesos convertibles (CUC, equivalente al dólar).
A juicio de Martirena, ese cambio del modelo de gestión de la vivienda, ha
tenido resultados muy positivos, especialmente por el aumento de las ventas
directas de materiales a la población y por el hecho de que una parte
importante de esos recursos son producidos por la economía local en los
territorios.
“El mercado del Mincin (Ministerio del Comercio Interior) tiene precios
‘liberados’ y elimina la política anterior de subsidiar los materiales para
asistir ahora a la población necesitada”, explicó.
[image: Un trabajador coloca bloques de construcción elaborados
artesanalmente en la construcción de parte de una vivienda vecina a una
zona afectada por los efectos del huracán Irma, en el barrio del Vedado, en
la capital de Cuba. Crédito: Jorge Luis Baños/IPS]
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Un trabajador coloca bloques de construcción elaborados artesanalmente en
la construcción de parte de una vivienda vecina a una zona afectada por los
efectos del huracán Irma, en el barrio del Vedado, en la capital de Cuba.
Crédito: Jorge Luis Baños/IPS
El experto consideró que esa modalidad de subsidio para sectores más
vulnerables ha ido avanzando en organización, y el pasado año favoreció a
más de 30.000 familias.
Reconoció también que el abastecimiento de las tiendas estatales que
comercializan los recursos necesarios para la construcción y mantenimiento
de los inmuebles del sector privado suele ser “pobre e ineficiente”.
Pero aun así, destacó la aprobación de un Programa Nacional de Producción
Local y Venta de Materiales, que crece un 15 por ciento anual.
Esa es justamente una queja recurrente entre personas que desean construir
por su cuenta o mantener y mejorar sus viviendas.
“El albañil me cobra lo justo. Pero casi siempre tengo que comprar los
materiales en dólares o por la ‘izquierda’ (mercado negro)”, señaló
Ismael, un profesor de enseñanza primaria que pidió no dar su apellido y
que recibe ayuda económica para remodelar su vivienda de un hermano que
vive en el extranjero.
Otra protesta muy repetida en las redes sociales es que obtener un subsidio
para construir conlleva muchos trámites y en diferentes oficinas, lo cual
resulta “engorroso” y muy lento.
Esa asistencia beneficia a familias con necesidades y recursos
insuficientes que no pueden trabajar por enfermedad, discapacidad o elevada
edad y estar al cuidado de un enfermo. Puede recibirlo toda familia cuyos
ingresos por persona, después de analizar gastos obligatorios, sea inferior
o igual al equivalente a 15 dólares mensuales.
Entre las causas internas que obstaculizan frenar la escasez de viviendas,
Martirena mencionó que “el sistema de subsidios de la población, principal
vía de acceso a recursos financieros, todavía adolece de problemas en su
implementación, que generan falta de ejecución e inmovilización de
recursos y lentitud en las gestiones”.
En este caso una vía de solución podría ser “la modernización y
automatización del sistema bancario (para la concesión de créditos) y las
tiendas especializadas de ventas de materiales. Esto lleva inversión, pero
se paga en corto plazo, agregó el experto, quien admite que “el déficit
actual de viviendas continúa siendo muy alto”.
Martirena coincide en que la oferta de servicios constructivos a la
población es insuficiente y complicada. A su juicio, habría que “propiciar
la creación de entidades del sector estatal o no estatal, que en
condiciones de competencia puedan brindar sus servicios a la población
general, con énfasis en la beneficiada por subsidios”.
[image: Dos jóvenes transportan bloques de construcción artesanal
destinados a la ampliación de una vivienda en La Habana Vieja, en Cuba.
Crédito: Jorge Luis Baños/IPS]
<http://cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2017/11/26515124719_3f212599a0_z.jpg>
Dos jóvenes transportan bloques de construcción artesanal destinados a la
ampliación de una vivienda en La Habana Vieja, en Cuba. Crédito: Jorge Luis
Baños/IPS
Entre los factores externos que inciden en el bajo crecimiento de la
construcción de viviendas, el especialista incluye el embargo
estadounidense que “limita las posibilidades de las principales compañías
productoras de materiales de acceso a créditos y tecnología”, lo cual hace
que “se incumplan de forma casi crónica los planes de producción
realizados”.
“En esto, la producción de cemento es un tema clave, pero además la
producción de áridos; ambas ramas dependen muy fuertemente de inyección de
recursos externos”, como piezas de repuesto y energía, entre otros
insumos, indicó.
Martiera afirmó además que el impacto del cambio climático, causante de
“huracanes cada vez más fuertes y frecuentes”, está cambiando el panorama.
Por ejemplo citó que “los techos ligeros ya no parece funcionar para la
intensidad de los huracanes actuales, y hay que ir a la construcción de
techos pesados, acción que lleva tiempo y cuantiosas inversiones”.
“Esto a su vez aumenta el número de viviendas que se afectan durante un
evento de este tipo, y al final contribuye a aumentar el déficit”,
consideró el académico. Informes oficiales del 29 de septiembre reportaron
158. 554 casas dañadas por el paso entre el 7 y el 10 de ese mes del
huracán Irma.
De ellas, 14. 657 sufrieron derrumbes totales y 16.646 parciales. Otras
23. 560 perdieron sus techos y 103. 691 resultaron con daños parciales en
sus cubiertas.
Datos oficiales de mediados de este año indican que desde 1990 hasta 2014
el Estado ha construido 316.595 viviendas, con las cuales se han
beneficiado 908.627 personas, en un esfuerzo importante pero insuficiente.
La Habana, con poco más de 2,1 millones de habitantes, tiene un déficit de
206.000 viviendas, seguido de la oriental Santiago de Cuba con 103.000, en
un país con una población total de 11, 2 millones de personas









Yanina Vazquez |17 de Marzo de 2015 (07:54 h.) Bajo la dirección artística del mítico pianista Popi Spatoco, el encuentro dio inicio poco después de las 16 cuando el joven talento Nahuel Pennisi recibió la primera ovación del público presente con la interpretación “Yo vengo a ofrecer mi corazón “, siguiendo con el tema “Mercedes”, a dúo con Marilina Mozzoni, que se vivió con suma emoción ante una multitud, bajo un sol radiante en el pórtico de la Argentina.
El pueblo de Santa Catalina se ubica a casi 400 kilómetros al norte de la capital jujeña, conocida porque en épocas de lluvias el aluvión llena de agua y arena el rio homónimo del lugar y sus pobladores, desde tiempos antiguos, practican la minería doméstica recogiendo pequeñas pepas de oro.
Los más de 1.200 pobladores la localidad puneña se volcaron hoy hasta la isla como espectadores y ofreciendo artesanías en cerámica, comidas regionales como la kallapurca, machorra y picantes de cordero, mostrando su medio de subsistencia en la zona con la agricultura orgánica y la ganadería ovina y camélida.
El concierto continuó con los temas “Serenata para la tierra de uno” y “El ovidao”, también por Marilina, para luego pasar a las interpretaciones de los jujeños Caro Escobar, Fava Kingard, José Simón, Nando Díaz, Micaela Chauque y Bruno Arias, de obras tales como “Todo Cambia”, “Barro tal vez" y “Dorotea la cautiva”, entre otras.
“De arriba viene lloviendo, de abajo vienen cantando y Santa Catalina a Mercedes homenajeando”, copleaba Micaela Chauque, mientras las nubes se empoderaban del cielo puneño.
El repertorio levantaba los gritos y aplausos del público, que ubicado en la pendiente del cerro hacía flamear sus banderas whipalas y algunas parejas se animaban a desafiar el terreno y danzaban distintos ritmos como zambas, chacareras, chayas y canciones.
En tanto Peteco Carabajal, la Bruja Salguero, Laura Ros, Juan Quintero, Luna Monti y Pedro Aznar emocionaban a los presentes con las memorables interpretaciones de “Como pájaros en el aire”, “Alfonsina y el mar" y “Como la cigarra”.
El emotivo homenaje compuesto por más de una veintena de obras musicales finalizó con la participación de todos los artistas interpretando las obras “Gracias a la vida”, “Inconsciente colectivo” y “Cuando tenga la tierra”.
Tras la velada artística el director y ex tecladista de Mercedes Sosa, Popi Spatocco, en dialogo con Télam, fue enfático.
"Tenemos la sensación de que realizamos un concierto único. Nosotros contamos con la suerte de trabajar mucho con la música y tener varios conciertos al año, pero estas cosas son únicas en la vida, por el lugar, por el recuerdo de Mercedes, por la coincidencia de artistas que son muy queridos y armaron una química especial con una esencia muy profunda”, puntualizó.
Spatocco, visiblemente emocionado, agregó que percibía “una energía muy única, porque este lugar es mágico. Mercedes es muy atrayente para todos los que cantan en nuestro país y Latinoamérica.
Ella es una bandera de nuestro canto y eso facilita mucho las cosas, porque cuando hablamos de su figura y su repertorio, hay un montón de cosas que no hay que explicar y con las cuales todos se sienten identificados y muy íntimamente relacionados desde siempre. Es como si ella fuera un río y nosotros vamos en él”, graficó.
A su vez Juan Quintero dijo a Télam que le gustaba mucho "la idea de haber llegado acá gracias al esfuerzo de Mercedes y su gente de Santa Catalina. Esto es una muestra de que hay personas que con su arte abren caminos, tienden puentes con otra gente, y esa es la razón que nos encuentra. Si Mercedes no hubiera venido, nosotros no podríamos vivir esta cosa hermosa que estamos viviendo”, enfatizó.
En tanto el Secretario de Cultura de la provincia, Gonzalo Morales, reveló que lo "que sucedió hoy es un símbolo maravilloso del esfuerzo de todos. Este reencuentro tiene un valor doble, por la importancia de que la igualdad cultural venga a generar justamente eso en el portal de la puna del país, y este evento, con este marco, habla del deseo de materializar el hecho de poder hacer llegar artistas que jamás lo harían a estas latitudes, además de generar una ventana para sus colegas locales”.
“Es un día de festejo que habla de la diversidad cultural y de la apuesta de realizar eventos en sitios naturales”, resaltó.
El humahuaqueño José Simón aseguró sentir “un honor muy profundo de venir y ser parte de semejante homenaje. Tengo un orgullo muy grande como jujeño”.
Micaela Chauque, quien también interpretó el tema “Pollerita”, contó que cuando la convocaron "inmediatamente" accedió a venir, "porque es un honor cantar junto al espíritu de Mercedes Sosa".
El espectáculo “Traigo un pueblo en mi voz” lleva realizadas siete versiones con diferentes artistas y en esta oportunidad llego al pueblo puneño con la idea de que este homenaje se realice todos los años.
Finalmente el Comisionado de Santa Catalina, Diego Solís, expresó que lo que sucedió es algo "inolvidable después de 14 años. Es que pudimos alcanzar este objetivo y nos sentimos realmente incluidos dentro de proyecto nacional”, puntualizó.
“Hoy se dio la materialización de un proyecto que pone a Santa Catalina y a la región de la Puna en la primera plana de la Argentina y me siento orgulloso de ser de este pueblo que pudo organizar y traer una estructura y una calidad de músicos”, concluyó.