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jueves, 13 de diciembre de 2012

Silvia Carrera: Una cacica en la lucha social


Por Luis Manuel Arce * Panamá (PL) Silvia Carrera es una mujer de la etnia ngobe buglé que nunca pensó estar en política, pero las circunstancias la llevaron a conquistar un lugar importante en la lucha de su gente por preservar sus costumbres y hábitat ante el corrosivo avance de lo que se acostumbra llamar modernidad. De mirada altiva y orgullosa bajo sombrero alón, extraña mixtura de picardía e ingenuidad tan enigmática e imposible de idear como la sonrisa de la Gioconda, Silvia Carrera trasluce una inteligencia innata, de esas que no se dan en viveros sino silvestres y difíciles, como flor de desfiladero. En cuanto comienza a hablar, se reconoce de inmediato que es una indígena parida en el hondón panameño por la madre tierra, de la que no se despega ni un segundo desde que nació, y a la cual defiende como leona. Elegida cacica general en elecciones hace poco más de un año, gobierna con el objetivo de ser un factor de unidad de su pueblo. Prensa Latina trató con ella en exclusiva numerosos temas de actualidad, pero en particular la alianza estratégica que tejen las fuerzas vivas de su comarca con las de Colón y Changuinola. Se trata de una alianza propuesta por el Frente Amplio de Colón con aquellas regiones que negocian con el gobierno después de protestas y manifestaciones, como los bananeros e indígenas de Changuinola reprimidos violentamente en 2010 por oponerse a una ley que eliminaba, entre otros, los derechos sindicales, o los ngöbes que obligaron al ejecutivo derogar una ley minera perjudicial para los indígenas. Como introducción a la entrevista, la cacica responde en forma firme y confiada a nuestra pregunta sobre sus previsiones acerca del futuro de esas negociaciones y la situación política actual en Panamá. Cacica.- Lo único que yo preveo es que como el gobierno ya termina su período de mandato está dando largas para que nosotros nos cansemos, separarnos y marearnos con toda su politiquería. Pero el pueblo no lo va a aceptar, de allí la alianza que estamos gestando y que nos permitirá salir de frontera a frontera a defender nuestros derechos. PL. Pero, ¿en qué consiste la alianza? Cacica.- Está en sus inicios, pero en resumen, la alianza estratégica no es más que unificar criterios, unificar la lucha, que se respeten los derechos del pueblo porque lo que estamos viendo es que han violentado nuestros derechos. Hay normas, hay leyes y el poder ha violado todo, no ha consultado a nadie y el pueblo se está uniendo para defenderse. Porque no se trata solamente del problema creado en Colón con el intento de privatizar las tierras y reprimir a quienes se opusieron, sino del país. Y los problemas de la comarca ngöbe buglé son también del país. PL. ¿Se sienten así más fortalecidos? Cacica.- Es que nosotros, hasta ahora, luchábamos divididos, solos. Pero ahora buscamos la unidad para reclamar nuestros derechos con mayores posibilidades de éxito. Nosotros lo único que queremos es que respeten nuestro territorio, y que nuestro pueblo participe verdaderamente y de forma equitativa de las riquezas que tenemos o que creamos. Ahora lo que estamos viendo es que los recursos económicos naturales están aumentando de valor, pero ¿para quién? Para tres o cuatro bellacos que son los apoderados de esos recursos, pero la mayoría del pueblo, que es el dueño legítimo, sigue siendo pobre, desalojado de sus territorios a la fuerza y marginados. Entonces lo que tienen que hacer los panameños es mantenerse unidos, y eso es lo que estamos haciendo con ese llamado a la alianza estratégica. PL. Las negociaciones con el gobierno en las tres zonas están estancadas. Cacica.- Es que este gobierno no tiene capacidad para dar respuesta o cumplir sus compromisos. Siempre ha dado vueltas y no concreta nada, y trata que la gente se vaya olvidando y deje de reclamar, como ha estado pasando en Chinguinola. Allí la gente fue masacrada en 2010 y ninguno de los culpables ha pagado y el gobierno no ha cumplido sus compromisos. Cree que con esa política al pueblo se le van a olvidar las cosas. Así ha pasado con la comarca Ngöbe Buglé también. Hemos llegado a acuerdos que no se han cumplido, al igual que ahora hacen con Colón. En los tres procesos represivos han muerto más de 10 personas y no se ha dado respuestas a sus familiares. Todos hemos luchado para que se cancelen esas leyes y acuerdos de construcción como el caso de todas las hidroeléctricas y no solamente las de Changuinola porque con todas se está privatizando el suelo y sus recursos. Panamá es un país muy chiquito para que estemos hablando de la privatización de ríos y quebradas. No todo debe ser privatizar. En el caso de las hidroeléctricas los verdaderos dueños de esas aguas y tierras, que son los pueblos originarios, no pueden ni siquiera caminar por esas áreas, por esos ríos, por esas quebradas, y el gobierno lo que hace es dar vueltas y vueltas sin llegar a concretar acciones, para que el pueblo se canse y no siga las demandas. Debilitar a la gente y ellos como gobierno sentirse más liberados de las presiones populares. Vea el caso de Colón y la lucha contra la ley privatizadora. Ellos siempre han ido de país en país cuando hay problemas. El presidente Martinelli se fue y dejó a otras personas que no tienen poder de decisión. Eso fue muy evidente. PL. Es sintomático que en los tres lugares las protestas se iniciaran con el rechazo de alguna ley impuesta por el gobierno. Cacica.- Bueno, lo que pasa es que el verdadero pueblo no tiene participación en la confección y aprobación de leyes. Las leyes las hacen y aprueban a tambor batiente con su mayoría en la Asamblea, y cuando el pueblo se da cuenta la ley ya está hecha y aprobada, y siempre a favor de cuatro bellacos, nunca de la población que vive allí. En las comarcas no saben, no las conocen, y entonces en nombre de esas leyes son desalojados de las tierras de sus ancestros. Y si el pueblo no sabe, no lucha, no protesta, será desalojado. Los pueblos indígenas. que era los verdaderos dueños, ya no están allí, los corrieron y les han llevado antimotines para reprimirlos. Igual que pasó en Changuinola con la ley 30, sucedió con la ley 8 de minería, que no tenían beneficios para la población sino para las transnacionales, porque todos los recursos que sacan los llevan para afuera, igual que las hidroeléctricas, y es lo que está ocurriendo en Colón. PL. Por eso le decía que el común denominador entre ustedes son esas leyes. Cacica.- Sí, es cierto. Pero ya el pueblo no está ciego, sabe cuál es la ley, como interpretarla, y por eso en Colón han salido a defender su territorio. PL. Bueno, ¿y en que punto se encuentra la negociación por la hidroeléctrica de Barro Blanco? Cacica.- En cuanto al caso del litigio en Barro Blanco donde se construye una hidroeléctrica que los indígenas rechazan, la ONU no ha dado todavía su veredicto y lo estamos esperando todavía. Allí están no solamente las Naciones Unidas. Están también el gobierno, las iglesias y el pueblo ngobe buglé, y hay que ponerse de acuerdo, todos, para rendir un informe. Pero el gobierno se escuda ahora en los asuntos de Colón para retrasarlo. Fíjese que ya han pasado tres meses y medio y yo misma no tengo un informe de lo que ha pasado, y lo que se ha dado en Barro Blanco. En la autorización a esa empresa para que construyera la obra no hubo participación ciudadana, la empresa implantó allí su proyecto sin consultar a la gente, y nosotros sabemos que allí van a inundar casas, ahí van a afectar zonas de la comarca porque la cabecera del río Tabasara viene de la comarca, no como ellos dicen que ese territorio no es nuestro. La mayoría de los ngöbe están asentados en la cordillera donde nacen los ríos, por eso han venido protestando, no de ahora sino desde hace 14 años cuando se anunció que se iba a implantar este proyecto, y el pueblo de la comarca no lo aceptó. Pero a la fuerza este gobierno y el director de la Autoridad Nacional del Ambiente les dieron permiso para construir sin ir al área, desde sus oficina refrigeradas, porque ellos son parte de esa empresa. El pueblo está pidiendo justicia y que se le respete porque ese río, el Tabasara, es al que todos los niños, jóvenes y estudiantes van a bañarse. Ahora sus aguas están contaminadas con gasolina y otros químicos que usan ellos, hay peces que están muriendo y los cangrejos ya no se pueden comer, los animales de sus riberas se están muriendo pero la construcción continúa, lo que quiere decir que más tarde o más temprano van a acabar con la naturaleza, la flora y la fauna principalmente aves. PL. ¿Y qué pasa con el informe de la ONU? Cacica.- Estamos a la espera de que nos den esos informes para ver qué vamos a hacer conjuntamente. PL. En ese escenario, ?qué prevé usted? Cacica.- Lo único que yo preveo es que como el gobierno ya está terminando su período de mandato está dando largas para que nosotros nos cansemos, nos separemos mientras nos marea con toda esta politiquería, pero el pueblo no lo va a aceptar. De allí la alianza estratégica que estamos haciendo y vamos a salir de frontera a frontera a defender nuestros derechos. *Corresponsal de Prensa Latina en Panamá jhb/lma

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